30 Helados Imprescindibles es una herramienta eminentemente práctica, que surge de la experiencia diaria de un heladero de oficio. Jaume Turró conoce a la perfección cómo presentar una vitrina atractiva para una clientela heterogénea. Lo que propone esta obra es una oferta completa y bien compensada, con helados tan populares como el de vainilla o los de chocolate, clásicos como el tutti frutti o el mantecado, actuales como el de mojito o el de cheesecake, e incluso de km 0 como el de fresa, elaborado a partir de las frutas que él mismo cultiva. El heladero que cumplió sus sueños La trayectoria profesional de Jaume Turró (1972, Girona) se inicia en la pastelería por tradición familiar y en la Escuela de Pastelería del Gremio de Barcelona (EPGB). Continúa su formación pastelera al lado de grandes profesionales como los franceses Philippe Urraca, Pierre Hermé y junto al gran Jordi Calvet. Turró contrae matrimonio con Núria Fontrodona Pica, cuya familia es propietaria de una cafetería en Malgrat de Mar (Barcelona). Ambos deciden complementar el negocio con un nuevo producto que terminaría por convertirse en el eje de su actividad profesional, el helado. El primer contacto formativo en materia heladera llega de la mano del maestro Angelo Corvitto, de quien aprende no solo el método y el oficio, sino sobre todo se contagia de la obsesión por la calidad en las materias primas. Amplía sus conocimientos y experiencias con otros profesionales como Andrea Soban y Gianfrancesco Cutelli, hoy de gran relieve en Italia. Siempre con la inquietud por aprender como única manera para progresar, pronto descubre que “adquirir la técnica y los conocimientos es la clave para entender lo que haces y para poder avanzar. Una vez has adquirido ese bagaje ya puedes crear tu propia línea. Es, desde mi punto de vista, la mejor manera de avanzar”. En 2012 se convierte en Campeón de España de Heladería, un triunfo que le abre las puertas para cumplir su gran sueño profesional, participar en la Copa del Mundo de Heladería (Rímini). Un nuevo sueño hecho realidad en enero de 2013, como miembro del equipo español y con una meritoria quinta posición. Pero el verdadero sueño de nuestro autor, ese que le permite disfrutar cada día, es poder dedicarse profesionalmente a la heladería, crear sus propias recetas, investigar, experimentar y perfeccionar su arte, siempre con la premisa de seguir aprendiendo y compartiendo con los demás sus logros.